Providencia
de mi Dios,
ABANDONO A LA DIVINA PROVIDENCIA |
admirable
y divina Providencia,
infinitamente
ilustrada,
que
prevés todo y provees a todo.
Providencia
infinitamente sabia,
que
gobiernas todo con orden, peso y medida,
te adoro
en todas tus disposiciones.
Me
abandono a Ti sin reserva,
pongo mi
suerte en tus manos,
te confío
el cuidado de mi cuerpo, de mi alma,
de mi
salud y de mi reputación;
de mis
bienes y de mi fortuna;
de mi
trabajo por la construcción del reino;
de mi
vida y de mi muerte y, sobre todo,
el de mi
salvación eterna,
con la
firme persuasión de que en
ninguna
parte estará mejor que en tus manos.
B. Juan Martín Moyë